¿Alguna vez has sido esa persona que se disculpa constantemente por cosas que no implican que te disculpas? Como si fuera una frase automática que saliera de ti constantemente, sin control, pero que corresponde a tu sentir. Como si sintieras que necesitas disculparte.
En una época de mi vida me sentí así. Me disculpaba porque íbamos a comer en un restaurante y no nos gustaba la comida. O me disculpaba antes de entregarle un detalle a alguien. Me disculpaba si había escogido un día para hacer un plan determinado, pero la lluvia nos arruinaba el plan. Suena extraño y agotador, ¿verdad?, pues he encontrado que son muchas personas las que también se sienten así, y es por esto que quiero hablar del término ‘over apologizing’ o disculparse demasiado.
Disculparse demasiado, puede estar relacionado con diferentes razones como:
- la tendencia a ser complaciente
- tener baja autoestima
- sentirse culpable
- necesitar validación constante de los demás
- evitar conflictos
- querer controlar todas las situaciones
Cualquiera de estas razones, impacta en la manera que nos sentimos nosotros mismos, y también cómo nos perciben los demás, pues con esta conducta, las personas nos pueden percibir como inseguros, personas fácilmente manipulables y que no se sienten capaces de manejar situaciones, también puede ser por un hábito aprendido y sostenido a lo largo del tiempo, sin embargo, se ha encontrado que impide una comunicación fluida y paralela.
Si te sientes identificado, te cuento qué puedes intentar hacer al respecto.
- Identifica las situaciones que te activan el modo ‘’disculpador’’ (si quieres, intenta resolver estas preguntas en un diario o con papel y lápiz)
¿En qué contexto lo haces más? Con amigos, familiares, en el trabajo, con personas desconocidas.
¿Qué es lo que te motiva a que estés disculpándote constantemente? Aquí es importante intentar conectar con la emoción que surge antes de disculparte. Puede ser un poco más retador si no eres alguien con entrenamiento en ello, pero intentarlo es valioso.
- Pausa y reflexiona antes de responder con una disculpa, toma una pausa en medio de estas conversaciones en las que tiendes a disculparte más y respira, nadie está obligado a responder en un tiempo determinado de tiempo.
- Intenta crear nuevas frases de respuesta que no sean una disculpa, activar el uso de otro tipo de respuestas como una afirmación desde el agradecimiento u otro tipo de frase que conecte con tu sentir. Por ejemplo:
Si te disculpas demasiado | Si utilizas una afirmación |
Discúlpame por haberte hecho esperar. | Agradezco mucho tu paciencia. |
Discúlpame, soy lo peor, me equivoqué. | Me equivoqué, ¿Cómo crees que puedo arreglar esto o hacerlo mejor la próxima vez? |
Recuerda que no es un proceso fácil, pero este cambio implica que poco a poco te atrevas a tener opinión sobre lo que ocurre y que te permitan expresar tus emociones, tus necesidades, antes que disculparte. Practicar las autoafirmaciones, cuando en tu intimidad te permites repetir y creer algunas autoafirmaciones, comienzas a familiarizarte con la idea de usar tu voz y protegerte a ti, tus ideales y tu valía personal, algunos ejemplos de autoafirmaciones son:
4. Practicar las autoafirmaciones, cuando en tu intimidad te permites repetir y creer algunas autoafirmaciones, comienzas a familiarizarte con la idea de usar tu voz y protegerte a ti, tus ideales y tu valía personal, algunos ejemplos de autoafirmaciones son:
- Hoy es un gran día para amarme
- Creo en mí
- Soy merecedora de amor
- Me siento orgullosa de la persona que soy/me estoy convirtiendo
- Estoy aprendiendo a darme amor incondicional
- Confío en mi capacidad de lograr todo lo que me propongo.
Desde que he cambiado la utilización de las disculpas (para cuando son necesarias) he notado un cambio en mi autoestima, mi capacidad para poner límites y en la calidad de relaciones que consolido en todas las áreas de mi vida.
Así que ten en cuenta, este tipo de sugerencias puede parecer demasiado cuando lo intentamos por primera vez, así que recuerda respetar tu propio proceso e ir poco a poco construyendo relaciones honestas, asertivas en las que no sacrifiques tus propios intereses en orden de evitar la incomodidad de no disculparte. Ese tipo de relaciones no son saludables.